La Neisseria meningitidis a encontrado al fin su lugar favorito del cuerpo humano, el cerebro donde se sienten bastante acogidas pero al parecer al pobre cerebro no le gusta mucho su estadía en su interior debido a que estas no solo se hospedan acá si no hacen de las suyas gracias a sus importantes factores de virulencia uno de los más importantes para este señor es su gran Pili que le ayuda a su adhesión a las células de su hospedador y aparte le transfiere genes alterando su formación genética, también es un poco abusivo generando poros gracias a sus proteínas porinas robando de los nutrientes de estas células y botando sus desechos por donde se les antoja, ahora si podemos entender porque para el cerebro es un gran dolor de cabeza mantener a este microorganismo en su interior causándole tanto estrés que el tiene aumentos de temperatura hasta convulsiones, pero esto no es todo esta bacteria no le basta con tan solo molestar al señor cerebro si no que se tomara un viaje por la sangre obstruyendo este gran canal.
La neisseria es una bacteria gram – en forma de diplococo y aerobia que se transmite por gotitas respiratorias que oxidan glucosa y maltosa, crecen en agar sangre y a veces agar sangre nutriente estas bacterias requieren hierro para sobrevivir, contiene tres factores de virulencia importantes que es su cápsula de polisacáridos impidiendo su fagocitosis, su Pili que le ayuda a la adherencia a las células del hospedador transfiriendo material genético y las proteínas porinas importante para el paso de nutrientes y desechos debido a la formación de poros, este microorganismo causa una enfermedad importante que es la meningitis donde el paciente tendrá una fuerte cefalea, fiebre, signos meníngeos y vómito en proyectil, esta enfermedad al no ser tratada causara una meningococcemia que es cuando empieza a distribuirse por el sistema circulatorio causando una septicemia, trombosis de pequeños vasos, petequias en tronco y extremidades inferiores, afectación multiorgánica, coagulación intravascular con shock con destrucción de glándulas suprarrenales, también puede generar neumonía.